WITCH (Nueva York, 1968) fueron un fenómeno único dentro del Movimiento por la Liberación de la Mujer y, por extensión, para la propia herstory. Su actividad, sin duda alguna, fue frenética y escandalosa, pero también prodigiosa. En poco más de un año realizaron numerosas acciones, promovieron distintos boicots, firmaron varios manifiestos y desaparecieron diseminadas en el declive del estallido sesentayochista.