John Griffith London, más conocido como Jack London, nació en San Francisco el 12 de enero de 1876. Hijo ilegítimo de Flora Wellman, el escritor adoptó el apellido de su padrastro. A los once años ya trabajaba: fregaba las cubiertas de los yates, repartía periódicos y era aprendiz de repartidor de hielo los fines de semana. A los quince años entró a trabajar en una fábrica de conservas del estuario de Oakland, ciudad donde vivía, y más tarde se hizo ladrón de ostras. Dotado de un extraordinario espíritu aventurero, a los dieciséis años ya se alistó en un velero con destino a Japón. En 1897, estuvo en Alaska con los buscadores de oro, experiencia de la que surgirían algunas de sus novelas más interesantes. Fue corresponsal de guerra en Manchuria y estuvo en México. Se casó dos veces y tuvo dos hijas. Desahuciado por los médicos, se administró él mismo una sobredosis de morfina y murió el 22 de noviembre de 1916, en Glen Ellen (California), a los cuarenta años de edad. Entre sus obras destacan La llamada de lo salvaje, Colmillo Blanco, El lobo de mar y La quimera del oro.