«Pienso que nadie en el porvenir se aventurará a emprender un viaje parecido»Tan inmenso es el Océano Pacífico que en su interior tendrían cabida todos los continentes terrestres. No es de extrañar que el bueno de Antonio Pigafetta, cronista de la primera vuelta al mundo, escribiera esa frase ante las tantas dificultades acaecidas para cruzarlo en aquel primer «largo viaje» que finalizaría hace cinco siglos al llegar la Nao Victoria de nuevo a Sevilla y exitosamente comandada por el ilustre navegante Juan Sebastián Elcano.«Pienso que nadie en el porvenir se aventurará a emprender un viaje parecido»Tan inmenso es el Océano Pacífico que en su interior tendrían cabida todos los continentes terrestres. No es de extrañar que el bueno de Antonio Pigafetta, cronista de la primera vuelta al mundo, escribiera esa frase ante las tantas dificultades acaecidas para cruzarlo en aquel primer «largo viaje» que finalizaría hace cinco siglos al llegar la Nao Victoria de nuevo a Sevilla y exitosamente comandada por el ilustre navegante Juan Sebastián Elcano.