En el reino de las gatas

Comentario: Cuando leí En el reino de las gatas por primera vez escribí a Marta en un email: «Tus poemas son joyas húmedas que una quiere lamer». La felicité por no tener miedo a ser «vulnerable y zorra». También le di las gracias «por compartir esto tan personal y tan devorable». Si en esa primera devolución no se me notaba que me había enamorado, solo es porque ella se había quedado con todos los versos perfectos para expresar una emoción así, porque solo ella sabe hacerlo con esa voz insolente y tierna al mismo tiempo. (Gloria Fortún, fragmento del prólogo)