El deseo es un flujo psíquico vigilado por prohibiciones, sometido a impulsos energéticos, tasado por la realidad, invocado por la fantasía, regulado por el placer y modulado por la respuesta de los demás. Censura, fuerza, realidad, imaginación, goce y amistad son, por lo tanto, los seis dueños del deseo cuyo difícil acuerdo nos exige compromisos que pueden ajustar o enrarecer el equilibrio personal. Impulso, afecto, pasión, voluntad, libido, pulsión y tantos vocablos más son nociones donde participan la fuerza y el significado del deseo.olor y pérdida, pero también de amor y felicidad, que le harán replantearse sus propias creencias. Elogiado como uno de los grandes escritores húngaros del siglo XX por Sándor Márai o Imre Kertész, Gyula Krúdy ofrece por primera vez una mirada onírica y lírica de los suburbios de una gran capital centroeuropea con una novela que marca la entrada de la literatura húngara en la modernidad.